Debo admitir que al leer la sinopsis del folleto virtual de Eurocine de este año, las letras no me sugirieron nada diferente a una historia sencilla y hasta llena de clichés típicos de un amorío entre un ex convicto y una prostituta. Sin embargo, al ver el género, los premios y las nominaciones de inmediato la anoté en mi lista de películas por ver, pero sin mucho entusiasmo.
Llegó el viernes, emocionada por iniciar mi itinerario cinematográfico, salí de trabajar, con mucho frío (creo que ese clima aportó a mi percepción de este filme) y por fin llegué a la sala de cine, junto a mi novio. Una algarabía geométrica alumbró durante aproximadamente 8 minutos el espacio, mientras cada uno buscaba historias para ajustar y entender el cortometraje de Santiago Caicedo: Uyuyui.
Después de esa proyección colorida, una escena lúgubre de un hombre mirando hacia la nada dio inicio a Revanche, una historia que sinceramente se aleja bastante de mis primeros imaginarios sobre esta película.
Aunque, pensando y pensando cómo podría ampliar la sinopsis del folleto, definitivamente me quedo con el texto breve inicial y simplemente me limitaré a enumerar los elementos que a mi juicio hacen de esta producción una joya para el séptimo arte. Por un lado la ausencia de música, me pareció un acierto ya que los planos, los detalles y los silencios me transmitieron una carga emocional, difícilmente comparada con trabajos hollywoodenses. Además el amor reveló todas sus caras, sus enfoques y su trascendencia pero bajo un paisaje oscuro y letal… Sobre el final, estaba yo pensado: que final tan bueno, cuando mi novio irrumpió mi silencio analítico con un: “qué final tan malo”, pero sé que es ironía, o no? En fin tendrán que ver esta producción para sacar sus propias conclusiones, mientras tanto pueden disfrutar el trailer.
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