sábado, 9 de abril de 2011

Pi, el orden del caos

Hace ocho días que vi esta película y las contradicciones por estos días son más fuertes que antes. Consecuencia: fortalecimiento de una global conclusión personal: nada es aislado en el funcionamiento universal.

Hay una frase del excepcional Poe que dice: “la ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia” y no puedo dejar de relacionarla con el Cohen (protagonista) creado por Darren Aronofsky (conocido también por dirigir Réquiem por un sueño – 2000).

Lo que me lleva a pensar en las subjetividades con que se asume el bien o mal y el orden de la sociedad actual.

¿En realidad existe un patrón para las actuaciones individuales y colectivas?, ¿las fórmulas resolverían los problemas interpersonales, nacionales e internacionales?, ¿vale la pena recurrir incansablemente a búsquedas de respuestas inexistentes?

Debo decirles que este filme puede tener tantas interpretaciones como combinaciones numéricas sean posibles.

Para empezar puedo asegurar que esta producción logra revelar un mundo interesante en las matemáticas pero, más allá de esta premisa resulta más interesante ver la interacción de este elemento con una personalidad rígida, paranoica y extremista.

Maximillian Cohen (interpretado por Sean Gullette) refleja (en mi concepto) la solución a un problema social actual: el conformismo – actuar sin pensar en por qué y para qué o cuáles son las motivaciones para pensar y actuar.

De hecho, las asociaciones emocionales y físicas carecen de sentido para Cohen, ya que están ligados a un patrón en donde no está la razón.

He analizado mucho esto y digo (sin ninguna duda) que es indispensable detenerse ante la regla/norma emocional y social para decidir si coincide con lo que nos hará feliz y no convertirnos en robots, en zombis sonrientes que erosionan sentimientos.

Excelente es la producción visual: imágenes pertinentes que transmiten los sentimientos de angustia con la que vive el solitario Cohen, metáforas narrativas exquisitas y un reparto de lujo.

Definitivamente es una obra que trasciende la mente y la vida y demuestra una vez más la vida es más compleja y más divertida, que se debe descubrir y asumir con felicidad porque solo es una y encontrar la razón depende de cada uno.

Aquí les dejo el trailer para que se armen una idea de mi argumentación en estas líneas...





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