Y no quiero hablar de la variedad de alimentos que ahora en pequeñas latas facilitan la existencia de todos los que (como yo) carecen de talentos culinarios, y cero afinidad con la creatividad gastronómica, me enfocaré sólo en el atún.
Debo admitir que aún en mis cercanos 29 años, vivo todavía con mi mamá y es ella quien hace que tenga la energía diaria del alimento :).
De cualquier modo, pensando en mi vida futura (cercana supongo, porque la verdad, la felicidad y sobretodo la comodidad abundan en mis días en mi hogar materno y hacen alejar el: “abandonar el nido”) quiero resaltar hoy la utilidad del atún enlatado.
No podemos dejar pasar por alto estos temas tan importantes y tan trascendentales, ya que sin alimento no existiríamos y no podríamos dedicarnos a pensar en los demás temas “contemporáneos”.
Por eso hoy decidí dejar plasmado esta lista de las ventajas del atún (en lata) en la “evolución” esencial del hombre:
- ¡Qué tengo afán! – la lata de atún no te quitará ni un instante
- ¡Qué no tengo plata! – lata de atún + tajada de pan = almuerzo, cena o lo que sea…muy saludable.
- ¡Quiero variedad en mi menú! – atún mexicano, con ensalada, italiano, en aceite, agua y hasta con jugo de limón… (eso sí es diversidad)
- ¡Tengo una reunión familiar! – galletas con atún + mayonesa
- ¡Quiero sorprender! – pasta con atún
- ¡Me voy de deporte extremo! – atún en agua
- ¡Necesito nutrientes! – atún = rico en “ácidos grasos omega 3, buenos para el corazón y para el buen desempeño neural y de las articulaciones…” (lo máximo!)
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